¿Sabes que no es lo mismo un apartamento turístico que una vivienda vacacional?
Si te has planteado alquilar tu propiedad en Canarias para uso turístico, seguramente te habrás topado con dos términos que, a primera vista, pueden parecer lo mismo: apartamento turístico y vivienda de uso turístico.
Aunque suenen similares, existen diferencias clave entre ambos, y conocerlas puede ahorrarte muchos dolores de cabeza, sobre todo cuando se trata de cumplir con la normativa y evitar sanciones. Vamos a desglosar todo de manera sencilla, las diferencias entre apartamento turístico y vivienda turística para que te quede claro qué es cada uno y qué tienes que hacer si quieres alquilar tu propiedad legalmente.
¿Qué es un apartamento turístico?
Un apartamento turístico es una unidad de alojamiento que forma parte de un conjunto mayor, normalmente dentro de un complejo o edificio que está exclusivamente dedicado a ofrecer servicios de hospedaje a turistas.
Estos complejos suelen contar con una serie de servicios comunes, como recepción, limpieza, mantenimiento, y a veces hasta restauración.
Es decir, no es solo tu apartamento el que está destinado a turistas, sino todo el edificio o al menos una parte considerable de él. Por lo general, están orientados a un público que busca una experiencia de alojamiento similar a la de un hotel, pero con la comodidad de un apartamento.
¿Qué es una vivienda de uso turístico?
Por otro lado, una vivienda de uso turístico es un inmueble particular que su dueño decide alquilar de manera temporal a turistas.
A diferencia del apartamento turístico, aquí estamos hablando de viviendas que no están dentro de un complejo turístico, sino que son viviendas usuales y corrientes, ubicadas en edificios residenciales o chalés. Estas viviendas siguen siendo de empleo residencial, pero de forma ocasional o regular se alquilan a personas que vienen de vacaciones.
Diferencias clave entre un apartamento turístico y una vivienda de uso turístico
Aunque ambos tipos de alojamientos pueden ser alquilados a turistas, las diferencias son notables, y es fundamental conocerlas si planeas dedicar tu propiedad a este fin:
1. Uso de la propiedad
Los apartamentos turísticos están destinados exclusivamente al empleo turístico. Esto significa que todo el complejo o edificio está orientado a alojar a turistas, sin mezclarlo con usos residenciales permanentes. No se puede utilizar como residencia habitual o alquilarlo para otros fines no turísticos.
En cambio, las viviendas de uso turístico puede tener un doble empleo: puede ser tu residencia usual y, cuando no la estés utilizando, alquilarla a turistas. También puede ser una segunda vivienda que dedicas de forma parcial o total al alquiler turístico. La flexibilidad en el empleo es una de las grandes ventajas de este tipo de alojamiento.
2. Clasificación del alojamiento
Los apartamentos turísticos se clasifican dentro de la oferta reglada de alojamiento turístico, lo que significa que están sujetos a normas estrictas de categorización, similar a los hoteles (pueden estar clasificados por estrellas u otros criterios establecidos por la normativa). Deben cumplir con ciertos estándares de calidad, servicios e instalaciones que son evaluados para obtener una clasificación oficial.
Mientras que las viviendas de uso turístico no siguen un sistema de clasificación tan estricto como los apartamentos turísticos. No se categorizan por estrellas ni por ningún otro sistema oficial.
Sin embargo, deben cumplir con ciertos requisitos básicos que varían según la normativa de la Comunidad Autónoma, en este caso, Canarias.
3. Estatus jurídico
Un apartamento turístico tiene un estatus jurídico similar al de un establecimiento hotelero. Esto significa que está sujeto a una serie de regulaciones específicas del sector turístico, incluyendo la obligación de obtener licencias y permisos que certifican que el inmueble cumple con todos los requisitos legales para operar.
El estatus jurídico de una vivienda de uso turístico es diferente. Aunque también está regulada, se considera un alquiler de corta duración bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y la normativa autonómica. El propietario debe presentar una Declaración Responsable, pero no necesita obtener una licencia específica como los apartamentos turísticos.
4. Duración del contrato
En los apartamentos turísticos, la duración de la estancia es generalmente corta, adaptada a las necesidades de los turistas que buscan alojamientos temporales. El contrato es puramente de naturaleza turística, y el inquilino no adquiere derechos de arrendamiento prolongados.
En las viviendas de uso turístico, el contrato también suele ser de corta duración, típicamente menos de un mes. Sin embargo, la flexibilidad es mayor, y el propietario puede ajustar la duración de los contratos según la demanda, siempre y cuando se mantenga dentro de los límites que definen el uso turístico.
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5. Número de plazos
El alquiler de un apartamento turístico suele gestionarse de forma similar a una estancia en un hotel, donde el pago se realiza por adelantado o al momento de la reserva para toda la estancia, o a través de un número limitado de plazos que cubren el periodo de alojamiento acordado.
En una vivienda de uso turístico, el número de plazos para el pago puede ser más flexible y se puede acordar con los huéspedes. A menudo, se exige un adelanto para asegurar la reserva y el saldo restante se paga al momento de la llegada o en varios plazos, dependiendo de las condiciones que establezca el propietario.
6. Instalación
Los apartamentos turísticos suelen formar parte de un conjunto de instalaciones diseñadas específicamente para el turismo. Esto incluye no solo el apartamento en sí, sino también servicios comunes como piscinas, gimnasios, recepción, restaurantes, y áreas de recreación. La instalación está orientada a ofrecer una experiencia turística completa.
Una vivienda de uso turístico es, básicamente, una vivienda convencional adaptada para alojar a turistas. No está obligada a ofrecer instalaciones adicionales como un complejo turístico, aunque puede hacerlo si el propietario lo desea. Las instalaciones suelen limitarse a las propias de cualquier hogar, aunque algunas viviendas pueden ofrecer extras como jardines, terrazas o piscinas privadas.
¿Qué normativa rige en Canarias para cada tipo de alojamiento?
En Canarias, tanto los apartamentos turísticos como las viviendas de uso turístico están regulados por la ley, pero bajo diferentes normativas:
- Apartamentos turísticos: están regulados principalmente por la Ley de Ordenación del Turismo de Canarias. Esta ley establece requisitos muy específicos sobre el tipo de servicios que deben ofrecer, las condiciones de las instalaciones y la gestión del inmueble. También hay que cumplir con estándares de calidad y obtener las licencias necesarias para operar como tal.
- Viviendas de uso turístico: la normativa aplicable a estas viviendas es la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), junto con la normativa específica de cada Comunidad Autónoma, en este caso, la legislación canaria. Como mencioné antes, para alquilar tu vivienda de uso turístico en Canarias, debes presentar una Declaración Responsable ante el Cabildo Insular correspondiente, lo que te permitirá operar de manera legal.
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Conclusión
Conocer la diferencia entre un apartamento turístico y una vivienda de uso turístico es esencial si quieres alquilar tu propiedad en Canarias. No solo te ayuda a cumplir con la ley, sino que también te asegura ofrecer la mejor experiencia posible a tus huéspedes.
Antes de dar el paso, asegúrate de cumplir con todos los requisitos legales y elige la opción que mejor se adapte a tu propiedad y tus objetivos. ¡Así evitarás sorpresas desagradables y podrás rentabilizar tu inmueble de manera segura y eficiente!